
La desarticulación de una de las mayores redes narcotraficantes en República Dominicana revela que el país caribeño no solo sirve como punto de trasbordo de cocaína, sino también como centro de lavado de dinero.
La mafia —anteriormente bajo el mando del capo César Emilio Peralta, alias “El Abusador”, ahora en prisión— lavó más de US$260 millones en ganancias de la droga durante los últimos tres años, según un comunicado emitido el 31 de julio por la Fiscalía General de República Dominicana.
Por su parte, Luis Eduardo Velásquez Cordero, alias “El Pequeño”, y quien sería parte de la red, fue señalado de dirigir la operación de lavado usando empresas de papel antes de su captura a finales de julio, según los fiscales.
Peralta, a quien se conoce localmente como el “rey de la cocaína”, está acusado de controlar las operaciones de una red de tráfico de la capital, Santo Domingo. Apoyado en funcionarios corruptos de la policía y el gobierno, así como en contactos de grupos criminales mexicanos. Según los fiscales, el empresario de clubes nocturnos traficaba cocaína a Estados Unidos y Europa.
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Las autoridades capturaron a Peralta en diciembre de 2019 en la ciudad portuaria de Cartagena en Colombia, luego de que huyera de República Dominicana.
Otro presunto miembro de la red de Peralta, Rhinel Rodríguez, alias “Fido”, también fue detenido junto con Velásquez Cordero. Durante el operativo de captura, las autoridades decomisaron US$162.000 en efectivo a Velásquez Cordero, más un Range Rover por valor de US$150.000.
Luego de las detenciones, los agentes locales allanaron varias propiedades de Velásquez Cordero y decomisaron una docena más de autos de lujo, incluido un Ferrari.
Las autoridades señalaron que hasta el momento han detenido a 23 de las 30 personas que componían el grupo criminal de Peralta.
Análisis de InSight Crime
Las cuantiosas sumas de dinero lavadas por la operación de Peralta indican que República Dominicana es un lugar propicio para cargamentos internacionales de drogas y flujos financieros ilícitos.
Los US$260 millones que Velásquez Cordero lavó en los últimos tres años, según alegan las autoridades, se traduce en el blanqueo de más de US$7 millones en ganancias de la droga cada mes.
Peralta y su red usaban principalmente varios clubes nocturnos —todos de su propiedad o controlados por él valiéndose de testaferros— para lavar las ganancias de la droga.
El sector turístico en República Dominicana, que ofrece clubes nocturnos como los que usaba Peralta para lavar sus ganancias del narcotráfico, tienen grandes márgenes de ganancia. Solo en 2019, la industria registró más de US$7 mil millones de ingresos, según datos del gobierno.
La red también coordinaba entregas de dinero a granel procedentes de Estados Unidos para lavar en República Dominicana, según la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, que clasificó a Peralta y a ocho más de sus cómplices como “importantes traficantes extranjeros de narcóticos”, según una designación de agosto de 2019.
El Índice contra el lavado de dinero (Anti-Money Laundering Index) de 2020 preparado por el Instituto de Basilea para la Gobernanza identificó a República Dominicana como un país con riesgo moderado de lavado de dinero. Pero el informe de 2020 de Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos (INCSR) fue más lejos, al señalar que la “corrupción en el gobierno y el sector privado, la presencia de carteles ilícitos internacionales de narcotráfico, una economia informal de grandes proporciones y controles financieros laxos hacen [a República Dominicana] vulnerable a las amenazas del lavado de dinero”.
El Caribe ha servido por mucho tiempo a los intereses de los lavadores de dinero. Con base en recomendaciones hechas por por el Grupo de Acción Financiera Internacional a comienzos de este año, la Unión Europea (UE) señaló a varios países de la región, como Bahamas, Barbados y Jamaica de adolecer de “deficiencias estratégicas” en la lucha contra el lavado de dinero.