
El sonido de una de las campanas de subasta virtual de Christie’s en marzo simbolizaba una nueva era en el mundo del arte.
BLOGGER INVITADO
Liza Ayres
Escritor Colaborador
Un artista digital conocido como Beeple vendió un token no fungible (NFT) que representa su obra de arte “Everydays: The First 5,000 Days” por 69,4 millones de dólares, una acción sin precedentes no solo para las principales casas de subastas, sino también para criptomonedas y artistas de todo tipo.
Christie’s dijo que la venta fue la primera vez que se ofreció una obra de arte solo digital con un NFT que garantizaba su autenticidad. Además, la venta de Beeple también marcó la primera vez que se utilizó criptomoneda para pagar una obra de arte en una subasta. Beeple, cuyo nombre real es Mike Winkelmann, dijo en un comunicado publicado por Christie’s: “Los artistas han estado utilizando hardware y software para crear obras de arte y distribuirlas en Internet durante los últimos 20 años, pero nunca hubo una manera real de poseerlas y recopilarlas realmente. Con NFTs eso ahora ha cambiado. Creo que estamos asistiendo al comienzo del próximo capítulo en la historia del arte, el arte digital”.
A medida que el mercado del arte de alta gama se moderniza para adaptarse a los desarrollos y demandas de la era tecnológica, los estafadores no se quedan atrás. Los profesionales de la lucha contra el fraude están dispuestos a vigilar de cerca la evolución de las NFT y sus implicaciones de fraude a medida que emergen en la conciencia pública y en los espacios de mercado de lujo.
¿Qué son exactamente los NFT?
Los NFT son identificadores electrónicos que permiten que cualquier cosa que se pueda representar digitalmente, como imágenes, videos o música, se encierre en un formato que se pueda intercambiar, almacenar o autenticar sin necesidad de recurrir a una autoridad centralizada o guardián. De esta manera, los NFT se han denominado “bitcoin para el arte”.
Una vez que se crea un NFT, se puede rastrear digitalmente para siempre. Además, un NFT no se puede duplicar, por lo que la cadena de bloques en la que se registran los detalles de un NFT puede confirmar su autenticidad. A medida que los NFT irrumpen en el ámbito del arte, también se pueden utilizar para resolver un problema que ha sido central para los coleccionables digitales: cómo reclamar la propiedad de algo que se puede duplicar fácil e interminablemente. Sin embargo, el auge de este tipo de tecnología trae consigo una multitud de personas ansiosas por aprovechar la popularidad, la no tanangibilidad y la relativa novedad de los NFT.
Robo de arte y NFTs
La locura del coleccionismo de NFT ha incentivado a algunos estafadores a reclamar obras de arte como propias y venderlas en línea a precios altos. Varios artistas se han quejadode que su trabajo visible públicamente está siendo transformado en NFT por fuentes desconocidas sin su permiso. Algunos de los hackers que participan en esta práctica han comercializado los NFT a través de cuentas anónimas de Twitter, lo que hace difícil rastrear a los estafadores. Los artistas cuya obra ha sido robada han informado sentirse engañados por el absurdo precio al que los estafadores han intentado vender la obra.
El proceso de tomar el trabajo de otras personas y convertirlo en una NFT ya se ha denominado “tokenización”, e incluso hay algunos servicios que monetizan la tokenización de contenido en línea. Este fenómeno plantea grandes preguntas para el futuro del arte. Mientras que algunas personas ven esto como la evolución del arte del siglo XXI, otros lo ven como un robo directo que amenaza los medios de vida de los artistas.
Muchos creadores de contenido ahora están considerando medidas como bloquear sus cuentas públicas de redes sociales, que es donde han confiado en promover su trabajo entre el público. Otros están buscando recurso por violaciones de derechos de autor, pero tratar de eliminar un NFT con trabajo robado es difícil considerando que blockchain es un registro permanente.
NFTs y potencial lavado de dinero
Debido a la borrosidad que rodea la propiedad, la tangibilidad y la procedencia, los NFT agregan aún más secreto a un mercado ya desafiante, lo que los convierte en una forma lógica de cubrir el lavado de dinero. A medida que los NFT ganan popularidad en el mundo del arte, las instituciones financieras se han dado cuenta de la facilidad con la que los fondos se pueden mover a través de los NFT, tanto legal como ilegalmente. Como activos, los NFT pueden ser increíblemente valiosos debido a su intransferibilidad en la cadena de bloques, lo que los hace atractivos para los estafadores.
Todo esto llega a una industria que históricamente ha sido susceptible a la criminalidad debido a transacciones internacionales de alto valor donde algunos artistas y compradores siempre han podido elegir ser anónimos. Aún así, hay un canon establecido en los mercados de subastas tradicionales para determinar el precio basado en el material, la condición y la época. Debido a que el arte digital es más nuevo y subjetivo, los distribuidores y vendedores pueden determinar el valor de una pieza con poco contexto o antecedentes. Debido a este secreto, la gente ha comenzado a usar NFT para blanquear dinero.
Ahora, las instituciones financieras se enfrentan al desafío de decidir si las NFT deben ser vistas como obras de arte o como activos de seguridad, este último de los cuales implicaría regulaciones adicionales y ramificaciones legales. Debido a la actual falta de determinaciones concretas, los delincuentes han encontrado oportunidades de utilizar la nueva tecnología en su beneficio. Es probable que los estafadores desarrollen nuevos esquemas para los que los profesionales de la lucha contra el fraude, los expertos en el mercado del arte y los empleados financieros podrían ni siquiera ser capaces de prepararse en este momento. Aprender sobre las NFT y mantenerse al día con su evolución y usos puede ayudar a identificar y mitigar el fraude potencial.
Fuente. https://www.acfeinsights.com/acfe-insights/painting-new-landscape-nfts-art-fraud