
FOTO: Leonardo Castro. Archivo EL TIEMPO
Hace 13 años, una captadora ilegal afectó a 80.000 personas. Responsables nunca fueron capturados.
SMMIGUEL ÁNGEL ESPINOSA BORRERO
06 de octubre 2021, 09:28 A. M.
El sueño de María Margarita de ver a su pequeña hija vestida de blanco el día de su primera comunión se esfumó al igual que las oficinas de Futuro en Red, una estafa piramidal que sacudió a varias personas en el país, pero sobre todo a Nariño.
Ocurrió hace unos 13 años, o 14, María Margarita no lo recuerda con exactitud. Asegura que prefiere olvidar aunque la desilusión del dinero que perdió, el que había ahorrado para la fiesta de su primogénita, de vez en cuando regresa con una punzada.
Los 500.000 pesos que esta madre soltera invirtió en Futuro en Red con la esperanza de que su hija luciera un hermoso vestido blanco entraron a hacer parte de los cerca de 10.000 millones de pesos que esta captadora ilegal, que fue fundada en agosto del 2007 en Pasto, alcanzó a recoger a lo largo del territorio nacional.
Según información archivada en la Fiscalía, en sus oficinas se ofrecía a las personas una inversión de 50.000 pesos que traería una ganancia más alta en un lapso de seis (6) a ocho (8) meses, según las notas judiciales.
Pero María Margarita recuerda algo distinto. En Consacá, municipio nariñense ubicado a 50 kilómetros de la capital, se empezaba a rumorar sobre los beneficios de invertir en esta sociedad.
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“La gente empezó a hablar día y noche de eso –recuerda la mujer, hoy de 53 años–. Que metió una plata y al mes le resultó tanto, millonadas, entonces eso me llamó la atención”.
La ‘fiebre’ del dinero ya se sentía en ese municipio de casi 10.000 habitantes. Familias vendían sus casas, jóvenes entregaban sus vehículos o motocicletas por casi nada ya que al invertir el dinero se incrementaría lo invertido.

Según Alejandra Cerón, otra de las afectadas por las estafas piramidales en este municipio, la gente que trabajaba en el campo dejó de hacerlo al ver las ganancias que se empezaban a recoger.
Todos renunciaban a sus empleos. No había razón para no confiar en el dinero que mes a mes regresaba con bonificaciones gratificantes.
Así lo asegura María Margarita, que tras depositar los 500.000 pesos que durante un año guardó para la fiesta de la primera comunión de su hija, un mes después recibió 800.000 pesos.
“Imagínese, fueron 300.000 pesos más –explica María Margarita–. Pensé en la niña, en que iba a poder tener un vestido bonito, y había tiempo, en un mes me dieron esa plata, entonces la volví a meter toda para tener más, porque, según me habían dicho en la oficina, me iban a tocar casi un millón y medio”.
Primeras sospechas
Era ya junio del 2008 y medios regionales informaron que Wilson Giovanny Obando, quien según los afectados era el que manejaba los hilos de Futuro en Red, desapareció con cerca de 5.000 millones de pesos.
En su casa, ubicada en el centro urbano de Pasto, fue hallada una caja fuerte con 10 millones de pesos.
Tras la voz de alerta de las personas que habían invertido en la sociedad, autoridades emprendieron la búsqueda de Wilson, pero solo hallaron su vehículo abandonado. Ninguno de los socios aparecía.
La gente empezó a hablar día y noche de eso –recuerda la mujer, hoy de 53 años–. Que metió una plata y al mes le resultó tanto, millonadas, entonces eso me llamó la atención.
En medio del desconcierto, a 50 kilómetros, en Consacá, María Margarita se encontraba recolectando café. Faltaban ocho días para llegar a la fecha que le habían indicado para recoger su dinero.
El 15 o el 16 de ese mes, no recuerda muy bien, María Margarita recibió una llamada. Le dijeron que le iban a dar su dinero antes, así que pidió permiso para salir temprano y partió desde la vereda Cajabamba al casco urbano del municipio, donde ya varias personas se aglutinaban a las afueras de las oficinas de Futuro en Red.
“Lo que me dijeron cuando me llamaron fue que la oficina iba a cerrar, entonces los que estuviéramos cerca de cobrar íbamos a recibir nuestro dinero, pero no fue así –recuerda María Margarita–. Había mucha gente afuera e hicieron entrar a unos cuantos dizque para devolver el dinero, pero no pasó nada”.
El desconcierto reinaba a las afueras de la oficina. Unos a otros se miraban buscando respuestas, nadie sabía qué hacer.
De pronto, los ánimos se caldearon. Alguien gritó que en la oficina seguían los empleados, alguien tenía que responder. Pasados algunos minutos tuvo que llegar el Esmad de la Policía para controlar a los iracundos inversores. La gente tuvo que correr entre gases y aturdidoras.
María Margarita sostiene que los empleados fueron sacados por el Esmad y que nunca más se volvió a verles por las calles del municipio.
Se destapa escándalo de pirámides
En ese 2008 estallaron en el país varios escándalos por estafas piramidales luego de que cayera Proyecciones D.R.F.E, que se aprovechó de la inversión de unos 6 millones de personas, cuyas mayores afectaciones golpearon a Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Putumayo.
Pocos meses después de ese hecho, autoridades intervinieron la captadora ilegal de David Murcia Guzmán (DMG), que afectó a 500.000 personas y logró captar 72.000 millones de pesos.
Así las cosas, para ese 2008 las historias de familias que perdieron sus casas o personas que se quitaron la vida por creer en estas captadoras ilegales se encontraban en cada esquina.
Las cosas se salieron de control en algunos puntos del país. Luego de esos eventos, fue degollada en Pasto Omaira Cenelia España Burbano, de 42 años, cuyo hermano, Segundo, era socio de Red Line, otra estafa piramidal.
Lo que me dijeron cuando me llamaron fue que la oficina iba a cerrar, entonces los que estuviéramos cerca de cobrar íbamos a recibir nuestro dinero, pero no fue así.
Vicente Miramag Guzmán, un policía jubilado que trabajaba en D.R.F.E en Consacá también fue asesinado cuando se dirigía a Pasto con 100 millones de pesos.
La víctima, de 55 años, había pertenecido al grupo de automotores de la Policía y murió al recibir un tiro en la cabeza cuando habría opuesto resistencia.
El dinero correspondía a unos 200 depositantes, la mayoría cultivadores de la zona rural de Consacá.
Mientras tanto, en la vereda Cajabamba de Consacá, María Margarita no salía del asombro. Lo que en un principio sería una pequeña fiesta para una niña, ahora no se iba a realizar.
“A las víctimas nos llamaron para ir hasta Pasto por el dinero, que lo iban a devolver –recuerda la afectada-. Yo fui dos veces, la primera me entregaron 70.000 pesos y luego, 50. Yo no volví porque esas filas eran larguísimas”.
Según María Margarita, las dos veces que estuvo en Pasto se enteró de las personas que habían vendido hasta sus casas o habían adquirido deudas con los bancos con el fin de entregar su dinero a las captadoras. Ella, que había perdido el dinero para la fiesta de su hija aún lamenta haber entregado sus ahorros.
Luego de varias declaraciones, autoridades indicaron que iban a devolver el dinero a los afectados. En el caso de los que habían perdido más dinero se les iba a entregar una casa o un terreno. Pero María Margarita asegura que aún está esperando alguna de las dos cosas.
De acuerdo con información de la Fiscalía, se conocen, en la actualidad, unas 10 denuncias por captación ilegal de dinero, sobre el caso de Futuro en Red, la Fiscalía 23 seccional en Pasto tiene una noticia criminal por el delito de captación masiva e ilegal de dinero.
A la fecha no hay noticias de las personas involucradas en este delito.
La hija de María Margarita hoy tiene 23 años y nunca tuvo su fiesta de primera comunión, su hermana menor tiene 18 y viven en la vereda Cajabamba. A María Margarita no le gusta recordar los hechos, pero sostiene que cada tanto se reúnen algunos vecinos y el tema vuelve a surgir.
“La gente poco habla de eso –asegura, entre risas, María Margarita–. Aunque cuando se conversa del tema siempre dicen lo mismo: ‘si vuelve a llegar una pirámide de esas, pues uno vuelve y cae’”.
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA BORRERO
Redactor de NACIÓN
En Twitter: @Leugim40