Ciberseguridad y fraude: ¿están los auditores forenses preparados para los nuevos escenarios digitales?

7 septiembre, 2025

Una frontera cada vez más difusa

La transformación digital ha reconfigurado el entorno del fraude. Lo que antes era falsificación de cheques o desvío de recursos físicos, hoy se manifiesta como accesos no autorizados a bases de datos, borrado selectivo de registros contables, manipulación de metadatos o alteración de sistemas ERP.

En este nuevo escenario, los auditores forenses ya no solo revisan cifras: ahora deben rastrear trazas digitales, entender cómo funciona una infraestructura de red y saber identificar señales sutiles en registros invisibles para el ojo no entrenado.

Pero la pregunta es incómoda y necesaria: ¿cuántos auditores están realmente preparados para este reto?

Nuevas modalidades de fraude: más silenciosas, más sofisticadas

Las organizaciones están expuestas a formas de fraude que requieren habilidades tecnológicas para ser detectadas. Entre las más frecuentes se encuentran:

  1. Alteración de logs y borrado de evidencias: en entornos digitales, eliminar una línea puede hacer desaparecer toda una evidencia.
  2. Suplantación digital: accesos con credenciales robadas o manipuladas desde otras ubicaciones geográficas.
  3. Fraude algorítmico: manipulación de reglas automáticas para redireccionar fondos, beneficios o asignaciones.
  4. Shadow IT: plataformas y herramientas no autorizadas que empleados instalan para evadir controles internos.
  5. Colusión digital: esquemas donde varios actores manipulan sistemas ERP en simultáneo desde diferentes áreas.

El problema es que muchas de estas señales no están en los balances. Están en los LOGS del servidor, en los scripts ejecutados fuera de horario, en los usuarios inactivos que hicieron cambios o en los rastros que deja la huella digital.

Lo que el auditor debe saber 

La auditoría forense digital requiere un perfil híbrido. No basta con experiencia contable o legal. Hoy se exige también conocimiento en:

  • Infraestructura tecnológica básica: redes, servidores, ERP, nube.
  • Análisis de registros (LOGS): lectura e interpretación de logs de acceso, eventos, bases de datos y sistemas operativos.
  • Herramientas de trazabilidad digital: software de análisis forense como EnCase, FTK o Autopsy.
  • Ciberseguridad básica: conocimiento de vectores de ataque, malware, phishing y ransomware.
  • Gestión de evidencias digitales: cómo preservar la cadena de custodia en entornos virtuales.

Estas competencias no son optativas: son esenciales. De hecho, una auditoría sin revisión técnica puede ser considerada incompleta o incluso sesgada.

El riesgo de la desconexión

Cuando el auditor forense no comprende el entorno tecnológico donde ocurre el fraude, tres cosas suceden:

  1. La investigación se queda en la superficie, sin detectar patrones digitales.
  2. Se subestima el riesgo, dejando abiertas puertas para nuevos ataques.
  3. El informe pierde solidez probatoria, especialmente en casos judiciales donde la trazabilidad técnica es clave.

La desconexión entre los equipos de auditoría y los de TI o ciberseguridad se ha convertido en una barrera crítica. El trabajo colaborativo ya no es un lujo: es una condición de validez.

Un llamado a la formación multidisciplinaria

La solución no es que el auditor forense se convierta en hacker ético o ingeniero de sistemas. Pero sí debe:

  • Comprender el lenguaje técnico de los expertos en TI.
  • Saber formular las preguntas correctas sobre infraestructura y logs.
  • Integrarse en equipos multidisciplinarios con claridad sobre su rol.
  • Estar en formación continua sobre riesgos digitales emergentes.

Los casos actuales exigen auditores que entienden que el fraude no se esconde solo en los libros, sino en los sistemas que los producen.

Sin competencia digital, no hay auditoría forense completa

En la era digital, los delitos dejan pistas diferentes. No están en los documentos impresos, sino en las direcciones IP, en los accesos a la nube, en los correos eliminados y los logs modificados. Un auditor que no sabe mirar allí, simplemente está investigando a ciegas.

Desde CFS Investigaciones Estratégicas, creemos que el futuro de la auditoría forense está en la convergencia: entre lo legal y lo digital, entre el juicio profesional y el rastreo técnico, entre el análisis de hechos y la comprensión del sistema que los hizo posibles.

Y ese futuro ya no es opcional.

Carlos Fernando Salazar

CFS Investigaciones Estratégicas