
El informe cita casinos con licencia y operadores de viajes en Filipinas que ayudaron a lavar unos US$ 81 millones robados en un ciberataque al Banco Central de Bangladesh.
Un informe de Naciones Unidas destaca el rol que juegan los casinos y los “junkets” que ofrecen servicios VIP a los grandes apostadores
Los piratas informáticos norcoreanos están compartiendo redes bancarias clandestinas y de blanqueo de dinero con estafadores y narcotraficantes en el sudeste asiático, mientras que los casinos y las plataformas de intercambio de criptomonedas emergen como espacios clave para el comercio ilícito organizado.
Así lo indica un informa publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), documento que señala como “zona muy activa” al área del Mekong, que incluye Myanmar, Tailandia, Laos y Camboya, y que señala al Grupo Lazarus de Corea del Norte como uno de los principales actores.
También conocido como “Guardianes de la Paz”, aunque se conoce poco sobre su conformación y actividades, la comunidad de inteligencia de Estados Unidos y Microsoft lo señalaron en reiteradas ocasiones como autor de muchos ciberataques durante la última década, al tiempo que lo calificaron como “una amenaza persistente y avanzada”.
El Grupo Lazarus, que según Washington está controlado por la principal oficina de inteligencia de Corea del Norte, fue acusado de participar en una serie de ciberatracos y ataques de ransomware de alto perfil, además de ser una importante clave de financiación para Pyongyang y sus programas armamentísticos.
El informe de la UNODC advierte que los “junkets”, como se conoce a los intermediarios que ofrecen servicios y facilitan los juegos de azar a los jugadores de gran riqueza en el sudeste asiático, así como las plataformas no reguladas de intercambio de criptomonedas, se convirtieron en “piezas fundamentales” de la arquitectura bancaria utilizada por el crimen organizado en la región.
“Los casinos demostraron ser capaces y eficientes para mover y lavar volúmenes masivos de criptomonedas y efectivo tradicional sin ser detectados, creando canales para integrar en el sistema financiero formal miles de millones en ganancias provenientes de actividades criminales”, indica el informe de la agencia de la ONU.
Según los expertos de la UNODC, el “sector junket”, que se encarga del alojamiento, el transporte y la gestión de fichas para jugadores VIP, “fue infiltrado por el crimen organizado dedicado al lavado de dinero a escala industrial y a operaciones bancarias clandestinas con vínculos con el tráfico de drogas y el fraude cibernético”.
El informe cita casinos con licencia y operadores de viajes en Filipinas que ayudaron a lavar alrededor de US$ 81 millones robados en un ciberataque al Banco Central de Bangladesh en 2016, operación que el documento atribuye al Grupo Lazarus.
“La proliferación de casinos y criptomonedas sobrealimentó a los grupos del crimen organizado en el sudeste asiático”, afirmó el representante regional de la UNODC para la región, Jeremy Douglas. Durante la presentación del informe, el funcionario agregó “no sorprende que actores de amenazas sofisticadas busquen aprovechar los mismos sistemas bancarios clandestinos y proveedores de servicios”.