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EL TIEMPO revela la explosiva declaración de Juan José Laverde, nuevo testigo estrella del caso.
SU UNIDAD INVESTIGATIVA
12 de noviembre 2021, 03:18 P. M.
El jueves 30 de septiembre, Juan José Laverde, uno de los capturados por las garantías falsas del contrato entre la Unión Temporal Centros Poblados (UT) y el Ministerio de las Tecnologías de la Información (Mintic), se jugó su suerte judicial.
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En un interrogatorio de más de 6 horas –que EL TIEMPO revela en exclusiva–, decidió contarle a la Fiscalía todo lo que sabe de Emilio Tapia, el señalado ‘cerebro’ del caso, y de sus supuestos socios en la consecución de ese y de otros contratos. En su testimonio, bajo juramento habló de Álvaro Cruz, Álvaro ‘Gordo’ García Romero, Miguel Ángel Morales-Russi y Herles Ariza.

Iván Mantilla, exviceministro de las TIC.Foto:
EL TIEMPO
Se trata del mismo testigo que asegura que Tapia dijo haberle dado un soborno al entonces viceministro de las TIC, Iván Mantilla, lo cual el exfuncionario salió a negar en entrevista exclusiva con EL TIEMPO.
Empezó por decir que conoció a Tapia en Sucre, cuando este le pidió ayuda para conseguir las pólizas de un millonario contrato con la gobernación de ese departamento, por 145.000 millones de pesos: “Las vías de las tablitas”.
Según Laverde, que ya obtuvo un principio de oportunidad, Tapia le dijo que el contrato era de él por ser amigo del anterior gobernador, a quien llamaba el Orejón. Y que su emisaria en ese negocio es una mujer a la que identifican como Milagros Sarmiento.
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En ese contexto, el testigo mencionó a un poderoso político que habría tenido algún rol en el tema: “el Gordo García”.
Según Laverde, a Tapia le urgía conseguir las pólizas para ese contrato, y si bien no especifica si las obtuvo, también habló de unos negocios del empresario de Sahagún, Córdoba, en El Cairo (Egipto).


“En una fecha que aparece en mi chat, en 2019, me pregunta que si tengo forma de gestionar una póliza en El Cairo (Egipto), porque se ganó un contrato con un socio panameño, Ómar Otálora, de recolección de basura, por 58 millones de dólares, durante 10 años”, le narró Laverde a la Fiscalía.
El tema resulta relevante porque Laverde dice que tanto en el contrato de Sucre como en el de El Cairo apareció Jorge Alfonso Molina García-Mallorga, el hombre que tramitó las garantías falsas del contrato con Mintic.
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“(…) Es Jorge quien gestiona las garantías bancarias del contrato de Egipto para la empresa ICM, que se asoció con la empresa de Ómar Otálora. Se crea un grupo en WhatsApp con el hijo de Ómar Otálora, quien tiene el mismo nombre y se hace la gestión durante más o menos un año, donde Jorge tramita documentos que los envían para que Jorge Otálora los presente en Egipto. Pero al final no logramos el objetivo porque el banco de Egipto debía avalar la garantía. Pero en ese trámite hay documentos tan sensibles que tienen información incluso de un banco Citibank de New York, incluso con código Swift”, le dijo Laverde a los fiscales.

Esta es la indagatoria de Juan José Laverde a la que EL TIEMPO tuvo acceso en exclusiva.Foto:
EL TIEMPOLa supuesta funcionaria del Itaú
Y también dijo que Molina le había hablado sobre el contrato de Sucre: “Él me dijo que en esa licitación le habían robado 200 millones porque le habían pedido para adjudicarles esa licitación, los cuales le había entregado al Gordo García, que era un político de esa región, no sé si fue directamente o no”.
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Laverde también aseguró que en medio del caso de Egipto, Jorge Molina mencionó una reunión con la doctora Alejandra Villalobos, supuesta alta funcionaria del banco Itaú: “La fecha de la reunión se puede corroborar con los chats que tengo en mi celular, la reunión era para poder lograr que los recursos fueran congelados y que el banco de Egipto los aceptara”.


.Foto: Juan Diego Buitrago Cano
“Lo que me parece extraño es que Jorge Molina no contara sobre este trámite de Egipto a la Fiscalía, y recuerdo que en una de las reuniones que tuve con Jorge, él me dijo que borrara esta información. Hasta donde conozco, esa garantía fue finalmente obtenida por el señor Ómar Otálora”, le señaló Laverde a los investigadores.
Según él, ese trámite valía 1.100 millones de pesos, de los cuales Molina solicitó como anticipo 100 millones: “Posteriormente, otro cobro de 20 millones que se consignaron a la cuenta de Jhon González Moreno. Los soportes se encuentran en el chat porque Emilio me los remitía a mí y yo se los reenviaba a Jorge Molina”.
Luego, Laverde habló de cómo Tapia entró a controlar varias de las empresas de Centros Poblados.
“Me causa curiosidad el manejo de ICM por parte de Emilio Tapia porque en ese momento no tenía a través de un tercero la representación de ICM (sic). Creo que usó la empresa sin permiso porque en ese momento el representante legal, Jeremías Olmedo, persona de confianza del señor Luis Guillermo Mesa, propietario del 50 por ciento de ICM y quien la controlaba, y el dueño del otro 50 por ciento es Álvaro Cruz. Es muy importante que sepan en qué momento Emilio Tapia toma control de ICM, porque la negociación la hacen por instrucción de Emilio por valor aproximado de 51.000 millones, que correspondían a maquinaria, un lote en Mosquera, las plantas de asfalto y el contrato de la vía del Chocó”, explicó Laverde bajo la gravedad del juramento.


Y aseguró que las personas que hicieron el empalme fueron Miguel Ángel Morales y Herles Ariza. “Ambas personas de total confianza de Emilio y empleados con salario mensual pagado por Emilio”.
Otro personaje clave, que ya EL TIEMPO había indagado, es Otomar Lascarro,gran contratista en la Costa ahora radicado en Medellín.
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Laverde dice que, inicialmente, Tapia quería participar en la licitación de Mintic con una empresa china: “Yo tuve contacto con un chino y le manifesté que para lo de las pólizas, que debía ser a través de garantías bancarias gestionadas por ellos. Los tiempos no les daban y posterior a eso recibo la solicitud de la póliza inicial, a nombre de ICM y Funtic únicamente”.

Como ya lo había revelado EL TIEMPO, Laverde dice que lo contactó Alfredo Amín, a quien Emilio Tapia encargó de armar la propuesta: “Emilio en una oportunidad me manifiesta que debe hacer una capitalización de ICM para poder cumplir con los indicadores financieros. Yo le manifiesto que esa capitalización no se ve reflejada en los estados financieros y me envían unos estados financieros inflados por una supuesta capitalización (…). Es una información que a la aseguradora no le
sirve porque la aseguradora para validar los aumentos en los índices financieros requiere de un soporte fiscal”.
Y añade que Alfredo Amín, que conocía su cercanía con Otomar Lascarro, “propietario presuntamente de las firmas Intec de la Costa y Omega Building“, le dijo que hablara con él para evaluar si era posible que entrara a la UT, como finalmente pasó.
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“Creo que Emilio y Otomar se conocían, pero no eran cercanos, y Emilio me respondió que perfecto, que no había ningún problema. Más adelante me entero que la negociación consistió en 4.000 millones de pesos, incluyendo la venta de la empresa Omega Building“.Otros presuntos implicados
Laverde también dijo que Tapia intentó subsanar la trampa de las garantías falsas y en ese capítulo aparecen más personajes.
“(…) Se hace necesario subsanar la garantía bancaria de seriedad de la oferta presentada y el señor Emilio Tapia me envía el borrador de la subsanación, documento que gracias a nuestro investigador privado, Javier Alexánder Camacho, encontramos que dicho documento fue creado presuntamente por la doctora Mónica Pino, ya que la licencia de Office estaba a nombre de esa abogada. Este documento se lo envió a Jorge Molina y este lo devuelve ya en papel membretado con las firmas de los supuestos funcionarios del banco”, señaló Laverde tras 5 horas de declaraciones.
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Y agrega que en una posterior conversación con Jorge Molina, este le informó que la garantía bancaria de seriedad de la oferta presentada había sido confirmada más de 22 veces por la entidad, Mintic y los distintos oferentes, lo que le hacía presumir que el documento era completamente válido: “Creo que me lo decía para que yo quedara tranquilo con esa información. Ya después llega la adjudicación del contrato, situación que me alegra enormemente, y comenzamos la gestión de
suscripción de las pólizas”. El ‘cable pelao’
Laverde detalló una reunión en Barranquilla, en la casa de Emilio Tapia, el 28 de octubre de 2020: “Me manifestó que le preocupaba mucho dicha garantía por la personalidad que el señor Jorge Molina mostraba y la forma de consecución de la misma. Me menciona que era su único ‘cable pelado’, o sea que por ahí se podía generar un problema. Ya estando en vacaciones yo le di la instrucción a Manuel José Rave para que le ayudara al señor Jorge Molina y a la Unión Temporal a legalizar el contrato a través de garantía bancaria”.
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Y Laverde cierra su interrogatorio volviendo a hablar del caso de El Cairo.
“El señor Emilio Tapia, desde el cupo de crédito tramitado para su contrato en Egipto, sabía y era consciente de no haber entregado ningún tipo de información, ni aval en lotes, como se lo presumía a sus socios. Ni conocía ningún funcionario del banco a título personal o por interpuesta persona, al igual que en el trámite de todas las garantías en el contrato del Mintic, y con los cupos de créditos de Emcali”, dijo Laverde.
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